miércoles, 22 de octubre de 2008

EL TREN

Ayer fue otra vez un día gris, malo
El interior, sus miedos, sus sensaciones,
Se mudaron, se reflejaban en sus facciones
Decidieron dar la vuelta, cambiar de lado.

El día también hoy es triste y apagado
Alrededor, como no es normal, tranquilo
En sus oídos resonaba un lento vinilo
Él en su asiento recostado y agazapado.

Por delante muchas horas de lucha
En su cabeza sólo hay incertidumbre
De color rojo y amarillo como la lumbre
Otro día para rellenar su gastada hucha.

Si pudiera no moverse, parar este momento
Con su mirada tras el cristal, sus ojos turquesa
En su cabeza sólo faltaba una guapa princesa
En sus entrañas sólo quietud; ningún tormento.

Sólo un deseo: quedarse allí, no parar
Sin dar un paso seguir hacia adelante
Mantenerse tan a gusto en su semblante
¡Qué precio tan alto se tiene que pagar!

En adelante muchas horas para la lucha
En su cabeza sólo hay incertidumbre
De color amarillo y rojo como la lumbre
Otro día para rellenar su cansada hucha.

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